El Espíritu Santo en medio de su pueblo: 61 adolescentes fueron confirmados en la parroquia Arcángel San Miguel

En un ambiente de fe, alegría y esperanza, la parroquia Arcángel San Miguel vivió una de sus celebraciones más significativas del año: la Confirmación de 61 adolescentes, quienes recibieron el don del Espíritu Santo en una emotiva Eucaristía presidida por Monseñor Hermenegildo Torres Asanza, Obispo de Guaranda, y concelebrada por el párroco Padre Fabián Lema. Acompañaron este momento especial las religiosas de la comunidad, los catequistas, padrinos, familias y numerosos fieles del pueblo.

La ceremonia comenzó con una entrada solemne de los jóvenes confirmandos, que avanzaron hacia el altar acompañados de sus padrinos, como signo de fe y compromiso. Durante meses, estos adolescentes se prepararon con dedicación a través de la catequesis parroquial, encuentros de oración, formación bíblica y experiencias de comunidad.

En su homilía, Monseñor Hermenegildo dirigió un mensaje profundo y cercano, que animó a los jóvenes a vivir con valentía su fe católica en medio del mundo actual:

“El Espíritu Santo no es una simple fuerza: es la presencia viva de Dios en ustedes. Hoy reciben la unción que los fortalece y los envía, como a los apóstoles, a anunciar el Evangelio con sus vidas. Que no les dé miedo ser diferentes, ser cristianos auténticos. En medio de un mundo que a veces promueve el egoísmo, la indiferencia y el desánimo, ustedes están llamados a ser testigos de la luz, de la verdad y del amor. Que esta Confirmación no sea una ceremonia más, sino el inicio de una nueva etapa en la que el Espíritu los impulse a orar, a servir, a perdonar y a construir fraternidad. Jóvenes, no se cansen de ser buenos, no se cansen de ser santos.”

El obispo también animó a las familias y padrinos a acompañar con amor, cercanía y testimonio el camino espiritual de sus hijos y ahijados, recordando que “la fe crece cuando se vive en comunidad, cuando se alimenta en la familia y se fortalece en la parroquia”.

Tras la homilía, los adolescentes renovaron sus promesas bautismales, y luego, uno por uno, recibieron la unción con el santo crisma en la frente, mientras Monseñor pronunciaba las palabras rituales: “Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo”. El templo entero vivió ese momento con recogimiento, emoción y gratitud.

Al finalizar la misa, el Padre Fabián Lema agradeció a todos los presentes y destacó la labor generosa de los catequistas: “Gracias a quienes han sembrado la fe en estos jóvenes, a sus familias por su apoyo y a toda la comunidad parroquial que ha orado por ellos. Que el Espíritu Santo siga renovando nuestras vidas y nos mantenga unidos en el amor de Cristo”.

Antes de concluir la celebración, tomó la palabra Amparito Morejón, madre de uno de los jóvenes confirmados, quien expresó con emoción su gratitud en nombre de los padres de familia:

“Gracias, Monseñor, por estar hoy con nosotros y por sus palabras llenas de sabiduría. Gracias al Padre Fabián por su cercanía, y a los catequistas que han sido instrumentos de Dios para formar a nuestros hijos. Como madres y padres, nos sentimos felices de verlos recibir este sacramento, y renovamos también nuestro compromiso de acompañarlos con oración, ejemplo y amor. Que esta celebración sea una semilla de esperanza para toda la parroquia”.

La celebración culminó con un ambiente festivo en el atrio del templo, donde se compartieron palabras de aliento, felicitaciones, fotografías familiares y gestos de fraternidad. Fue, sin duda, un día de bendición en el que la comunidad fue testigo de que el Espíritu Santo sigue obrando con fuerza en medio de su Iglesia, suscitando fe, alegría y compromiso entre las nuevas generaciones.