Monseñor Hermenegildo Torres Asanza presidió las solemnes celebraciones del Santo Triduo Pascual, que marcaron el corazón de la Semana Santa en la diócesis de Guaranda.
Del 17 al 19 de abril de 2025, la Catedral de Guaranda fue el escenario principal para la celebración del Santo Triduo Pascual, uno de los momentos más significativos en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica. Las celebraciones fueron presididas por Monseñor Hermenegildo Torres Asanza, obispo de la diócesis de Guaranda, junto a los sacerdotes y diáconos de la diócesis, quienes acompañaron a la comunidad en la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
La primera de estas celebraciones tuvo lugar el Jueves Santo, 17 de abril, con la Misa de la Cena del Señor, que incluyó el rito del lavado de los pies, un acto simbólico que recuerda el servicio y humildad de Cristo. Durante la homilía, Monseñor Torres Asanza hizo un llamado a los fieles a vivir la caridad y el servicio mutuo, siguiendo el ejemplo de Jesús. Al finalizar la Misa, se realizó la adoración al Santísimo Sacramento, en un clima de recogimiento y oración.
El Viernes Santo, 18 de abril, se celebró la Liturgia de la Pasión y Muerte del Señor, con la lectura de la Pasión según San Juan y la veneración de la cruz. La solemnidad del acto reflejó el profundo dolor de la humanidad ante el sacrificio de Cristo, pero también su esperanza en la salvación. En este día, los fieles fueron invitados a meditar sobre el amor incondicional de Jesús por la humanidad y su entrega en la cruz.
Finalmente, el Sábado Santo, 19 de abril, se celebró la Vigilia Pascual, la liturgia más importante del año litúrgico. Durante esta celebración, que marcó la transición de la muerte a la vida, se bendijo el fuego nuevo y el cirio pascual, símbolo de la luz de Cristo resucitado. La vigilia estuvo acompañada de lecturas de la historia de la salvación, y culminó con la proclamación de la Resurrección de Cristo, un momento de alegría y esperanza para toda la comunidad.
A lo largo de estos tres días, la Catedral de Guaranda vivió un ambiente de profunda espiritualidad y fraternidad. La comunidad se unió en oración, reflexionando sobre el misterio pascual, y renovando su fe en la victoria de Cristo sobre la muerte. Monseñor Hermenegildo agradeció a todos los presentes por su participación activa, invitándolos a vivir la Pascua con un corazón lleno de alegría y esperanza.
Caminando juntos, para hacer de nuestra diócesis, un signo de la presencia de Dios.
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