En la víspera de la gran celebración de María Natividad de El Guayco, cientos de fieles se congregaron en el Santuario Nacional del Guayco para participar en la solemne misa presidida por Monseñor Hermenegildo Torres Asanza. La ceremonia, cargada de fervor y devoción, también fue concelebrada por el Padre Carlos Solarte y el Padre Joaquín, quienes acompañaron a la comunidad en este importante evento que honra a la patrona de la diócesis de Guaranda. La eucaristía se destacó por la participación activa de los feligreses, quienes, con sus oraciones y cánticos, dieron testimonio de su profunda fe y amor hacia Mamá Nati.
Durante la homilía, Monseñor Torres Asanza resaltó la importancia de la figura de María Natividad del Guayco en la vida de la comunidad guarandeña. Subrayó su rol como madre y protectora, invitando a todos los presentes a seguir su ejemplo de humildad y entrega. “Mamá Nati nos enseña el camino de la fe y la esperanza, nos invita a confiar en Dios y a ser solidarios con nuestros hermanos”, expresó Monseñor Torres, quien además destacó la necesidad de fortalecer la unidad en la comunidad y de mantener viva la devoción a nuestra patrona.
La misa contó con momentos de gran emotividad, como la procesión de ofrendas y la bendición especial a las familias y a los niños presentes. Los fieles, con velas encendidas, crearon una atmósfera de recogimiento y paz que reflejaba la profundidad de su devoción. Además, se realizaron plegarias por la paz y el bienestar de todos los habitantes de la provincia, recordando la importancia de vivir en armonía y solidaridad, valores que Mamá Nati representa para la comunidad.
Al concluir la misa, se dio paso a una noche artística llena de color y alegría. El santuario se iluminó con una variedad de danzas tradicionales que reflejaron la riqueza cultural de la región y la devoción a María Natividad del Guayco. Los bailarines, vestidos con trajes típicos, ofrecieron un espectáculo lleno de energía y simbolismo, acompañados por música en vivo que animó a los presentes. El momento culminante de la noche llegó con los juegos artificiales, que iluminaron el cielo y llenaron de luz y esperanza los corazones de los fieles.
La celebración de las vísperas de María Natividad del Guayco no solo fue un evento religioso, sino también un espacio para fortalecer los lazos comunitarios y recordar la identidad cultural y espiritual de la región. Esta jornada, llena de momentos de recogimiento y alegría, reafirma la devoción de la comunidad hacia su patrona y renueva el compromiso de mantener vivas sus tradiciones y valores. Así, con el corazón lleno de gratitud y fe, los fieles se preparan para continuar con las festividades en honor a Mamá Nati, que seguirá siendo un faro de esperanza y guía para todos.
Caminando juntos, para hacer de nuestra diócesis, un signo de la presencia de Dios.
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