Retiro Espiritual del Clero Diocesano.

Durante la semana del 11 al 15 de marzo, tuvo lugar en la ciudad de Quito el retiro espiritual del clero diocesano, bajo la orientación de Mons. Jaime Castillo, Obispo del Vicariato Apostólico de Zamora. Esta actividad espiritual congregó a una destacada participación de sacerdotes de la diócesis, quienes se sumergieron en profundas reflexiones sobre el renovado espíritu misionero, en consonancia con las enseñanzas del Papa Francisco en la Evangelii Gaudium.

Este documento papal emergió como el punto central de las reflexiones, subrayando la importancia de reconocer la presencia viva de Jesús en medio de la tarea misionera. Se destacó que el auténtico misionero nunca cesa de ser discípulo y que debe ser capaz de percibir a Jesús caminando, hablando, respirando y trabajando con él. Se enfatizó que la falta de descubrimiento de Jesús en el corazón de la entrega misionera puede conllevar la pérdida de entusiasmo y convicción en la labor pastoral.

Un momento especialmente significativo durante el retiro fue la entrega del «Correo del amigo» a los sacerdotes. Este sobre contenía cartas y mensajes enviados por los laicos y miembros de cada parroquia, expresando su gratitud hacia sus párrocos y sacerdotes amigos por su dedicación pastoral, y brindándoles ánimos para continuar con sus labores espirituales y pastorales. Esta conmovedora actividad fue coordinada por la Pastoral de Medios de Comunicación de la Diócesis.

La culminación del retiro llegó el viernes al mediodía con una reunión general del clero, presidida por Mons. Hermenegildo Torres Asanza, quien ejerce como padre y pastor de la diócesis. En este encuentro, se reforzaron los lazos fraternales entre los sacerdotes y se establecieron pautas para la continuidad del trabajo pastoral en la diócesis.

Este retiro espiritual ha dejado una profunda impronta en el clero diocesano, fortaleciendo su compromiso con la misión evangelizadora y renovando su conexión con Jesús como fuente y fundamento de su labor pastoral.